Nací en un pequeño pueblo de Bélgica llamado Bonheiden en el año 1971, soy el pequeño de 2 hermanos. Siempre estuve más interesado en la cocina  que en los juegos de niños. Empecé a los 14 años como ayudante de lavado en un Restaurante y ya era feliz solo con que se me permitiera  colaborar en los platos fríos o haciendo patatas fritas.

A los 16 años asistí a la Escuela de Hostelería en la ciudad de Amberes, luego  adquirí  la especialización en catering, chocolates y postres  al mismo tiempo  que seguía trabajando los fines de semana en diferentes tipos de Restaurantes,  desde brasearías hasta de estrellas Michelin, incluyendo cursos en Tailandia.

Comencé mi propio negocio a los 18 años y además obtuve el diploma de profesor de cocina. En el año 2012 la escuela de adultos me pidió impartir clases de diferentes tipos de cocina por las noches, lo hice durante 8 años.

Durante 34 años y gracias a la ayuda de mis padres y abuelos he regentado mi negocio en Bélgica, cocinando para todos, fiestas de amigos, bodas, comuniones hasta menús para ciclistas en los campeonatos del mundo, desde 10 hasta 800 personas tanto en Bélgica como en el extranjero.

En el año 2017, decidí comprar una casa en la localidad de Fuseta (Algarve Portugués) y descubrí una vida diferente.

Más tarde conocí a una Belleza Española y todo cambió, me enamoré de Silvia que vive en Ayamonte, una maravillosa localidad fronteriza con Portugal.

Cuando encontramos un lugar adecuado, no dudamos, nació la idea de abrir un Restaurante, ahí nació MANDUCA.

Con MANDUCA, queremos ser un Restaurante donde todo el mundo se sienta bien, confortable y bienvenidos. Con sabores de nuestra infancia, de viajes, de experiencias vividas, una cocina entre el mar y la montaña inspirada en sabores y técnicas de todo el mundo y con una variada carta cambiante.